lunes, 29 de diciembre de 2008

Sobran cuatro de cada tres poetas
Tres de cada dos pensadores
Uno de cada genio fallecido
Ningún ser humano ciego

Sobra tu mano sobre mi pecho
Mi boca sobre tu cuerpo
Los sentimientos y las palabras
Sobran los recuentos, el examen, el juicio
Pero no el cadalso, ni el cadáver, ni el suelo.
El suelo donde la zanja acoge el muerto